El albino es una persona rechazada socialmente. Lo mismo ocurre con el vitiligo avanzado. Los niños huyen de ellos. Los adultos los consideran con poderes mágicos. El auténtico albinismo no se define por la ausencia de coloración en la piel sino por la afectación de la retina. El albino tiene problemas de visión. Es cierto que estos problemas no avanzarán, que quedan establecidos desde el nacimiento, pero no soportan bien la luz vibrante del continente africano. Además sus ojos padecen de un movimiento lateral continuo. Popularmente se dice que tienen "ojos de gato". Se les consideran con poderes mágicos. Los curanderos tradicionales realizaban rituales mágicos con partes del cuerpo de los albinos. De hecho podían venderse en el "mercado negro". Un cuerpo entero alcanzaba gran valor. Gran parte de los africanos tienen filariasis ocular. Sus ojos están, entonces, permanentemente rojos. Los albinos huyen de la luz y ocultan sus movimientos continuos. La incidencia de albinos es casi el doble en África que en Europa, pero también se nota más por el contraste con el color negro. Sin embargo el país con mayor incidencia de albinismo es Puerto Rico. Allí puede encontrarse en una de cada 3000 personas. En África en uno de cada 7000. En Europa uno de cada 14000. Diversos Gobiernos de África han implantado programas de protección al albinismo.
