El Ekong centroafricano es una mezcla de dos mitos distintos:
1. El del zombie
2. El de la explotación laboral (importación del hombre blanco).
Un ejemplo típico: chico que muere o desaparece y más tarde aparece con la memoria perdida y la voluntad abolida, entregado a cualquier forma de actividad laboral abusiva.
Si se "coge Ekong" el que lo administra se apodera de la persona. Externamente será igual pero en realidad es muy diferente. Es algo parecido a la película "La invasión de los ultracuerpos".
Se puede coger Ekong por una bebida, por un alimento o hasta por una conversación.
El tema es tan serio que muchos consideran que es el segundo gran problema social después del SIDA. Incluso es tema frecuente de los cortos cinematográficos nigerianos. Ocurre lo de siempre: es algo de lo que no se habla pero que si comentamos que conocemos algo empiezan múltiples comentarios. Es un sistema de creencias subliminares y no manifestadas.
De hecho los frecuentes, y poco estéticos, tatuajes que llevan tienen la función de protegerse del Ekong. Otras veces no son tatuajes sino pequeños cortes rituales que han cicatrizados. Si se pregunta abiertamente la respuesta suele ser que unos sirven para proteger y otros no.
Un ejemplo típico: persona joven que muere súbitamente. Unos meses después la encuentran en un lugar alejado pero sin memoria, explotada laboralmente durante horas y con pérdida de sus recuerdos. Para evitar esto habría familiares que recurrirían a apuñalar el corazón del cadáver, a dispararle con armas de fuego o, método más sencillo, colocar sobre la tumba plantas protectoras como, por ejemplo, partes de una palmera en crecimiento. En general la muerte súbita es atribuida al kong (Fang) o Ekong (Endowe). Las pequeñas cicatrices simétricas colocadas en muñecas, tobillos y rodillas, además del tórax, tendrían una función protectora frente al Kong/Ekong. Con la misma finalidad se utilizan los tatuajes.
Un ejemplo típico: persona joven que muere súbitamente. Unos meses después la encuentran en un lugar alejado pero sin memoria, explotada laboralmente durante horas y con pérdida de sus recuerdos. Para evitar esto habría familiares que recurrirían a apuñalar el corazón del cadáver, a dispararle con armas de fuego o, método más sencillo, colocar sobre la tumba plantas protectoras como, por ejemplo, partes de una palmera en crecimiento. En general la muerte súbita es atribuida al kong (Fang) o Ekong (Endowe). Las pequeñas cicatrices simétricas colocadas en muñecas, tobillos y rodillas, además del tórax, tendrían una función protectora frente al Kong/Ekong. Con la misma finalidad se utilizan los tatuajes.
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