CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

miércoles, 17 de julio de 2013

SAN PRUDENCIO, SAN SATURIO, BAPHOMET Y LOS DOS CABALLEROS TEMPLARIOS


San Saturio, fue un noble visigodo del siglo IV, que repartió todos sus bienes entre los pobres y se retiró a a una cueva cercana a la ciudad de Soria, junto al Duero, para meditar y enseñar a quienes a él acudían. 
La tradición asegura que San Saturio nació en el año 493. Según la leyenda era un godo que provenía de una familia adinerada. A la muerte de sus padres dio todos sus bienes a los pobres y se retiró a estas cuevas para vivir  en oración permanente con Dios y el Arcángel San Miguel. Cuando llevaba treinta años vio a un joven intentando cruzar el río. Empezó a darle gritos por lo peligrosa que era tal aventura. El joven se llamaba Prudencio. Al oír las voces del eremita, asustado, se tiró al río. Y cuando todo el mundo esperaba que llegase muerto arrastrado por la corriente, llegó, sin embargo, sano y salvo. Es más: las aguas ni siquiera le habían mojado. El joven subía hasta aquellos riscos para pedir su bendición y solicitar vivir a su lado. Tras siete años (curioso numero mágico) en convivencia mutua. Saturio murió y Prudencio, después de enterrarle en la cueva se dirigió a Tarazona, donde llegó a ser obispo. 

La  manera de acceder al majestuoso edificio es por el interior del conjunto de cuevas situada a sus pies. 
Cuando se entra en dichas cuevas, se observa un amplio altar dedicado a San Miguel Arcángel al que la devoción por el santo no ha quitado su importancia. Al lado derecho señala el lugar donde aparecieron las reliquias de San Saturio. Las lapida lo recuerda. Estas reliquias se veneran ahora en el altar mayor de la ermita en una arqueta. No así la cabeza del santo que se encuentra en la Concatedral de San Pedro (una réplica, pues los restos originales desaparecieron), protegida con una artística funda-relicario de plata. Este recinto estaba totalmente tapiado y sin embargo los sorianos aprovechaban para meter la cabeza por un pequeño ventanuco ya que aseguraban que era un excelente remedio para mitigar los dolores de cabeza. 

Llaman la atención varios simbolismo templarios:

-La adoración a San Miguel Arcángel
-Los dos caballeros (San Prudencio y San Saturio)
-La veneración por la cabeza (Baphomet) que llega a curar la cefalea. 


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