CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

miércoles, 15 de noviembre de 2017

MONUMENTO MASÓNICO A MIGUEL HERNÁNDEZ

El monumento al poeta Miguel Hernández se encuentra en el Parque del Oeste de Madrid. Bajo una placa con la silueta, la fecha de nacimiento y la fecha de fallecimiento encontramos un triángulo. Circundan la figura cuatro columnas pétreas a cada lado. En el suelo se extiende una figura triangular en escuadra y, finalmente, una extraña pirámide de difícil interpretación. Fuer erigido en 1985 por la Asociación de antiguos presos y represaliados.
Aunque no encontramos ninguna referencia explícita parece inferirse la clara influencia, acaso protagonismo, de la masonería.
En primer lugar hay que aclarar que el poeta, muerto de tuberculosis en la cárcel a temprana edad, no parece tener vinculación alguna con la masonería. Las visitas a Concepción Albornoz, hija de un conocido masón, embajador en París, es el único punto de unión conocido. A ella le dedicó algunos versos en la que la compara con la flor del azahar.
Sin embargo, hay ciertos datos que parecen indicar una clara influencia de la masonería en la gestación del monumento. Será interesante enumerarlos y resumirlos:
1. Fue erigido en 1985 siendo alcalde D. Enrique Tierno Galván. Éste donó su archivo privado (unas treinta cajas de documentos) a la biblioteca a la librería barcelonesa Arús de origen masónico.
2.La figura del triángulo era utilizada por los postulantes. De hecho llegaban a sentarse delante de la misma, en una mesa. Para resumir su significado digamos que significa la germinación, la generación y la regeneración.
3.Las cuatro columnas de cada lado significan la materia original del universo que unidos a los tres lados del triángulo representan la unión de lo material y lo espiritual.
4.La pirámide es la forma de erigirse hacia lo alto. No en vano su nombre viene de la raíz griega “pir” que significa fuego.
En definitiva no niego que el monumento tuviera como origen homenajear y recordar al poeta pero la inspiración masónica me parece incuestionable.
¿Por qué tanto secretismo? ¿Por qué no llamar a cada cosa por su nombre? ¿Por qué no recordar, simplemente, la figura de un gran poeta sin otras añadiduras? ¿Por qué adueñarse de escritores que no tuvieron amos? Son esas, precisamente, las razones por las que rechazo a esos grupos de motivación escondida y que me inspiran una profunda desconfianza. Dejémonos de tantas florituras y componendas que no se sabe, o sí se sabe, por qué caminos quieren llevarnos y sin preguntarnos nuestra opinión sino actuando como el que dirige a una manada de corderitos tiernos. Su destino, el de los animales, no puede ser otro que el matadero.

No hay comentarios: