Pero sin duda Benito Arias Montano es recordado principalmente por su obra capital, la Biblia Políglota de Amberes, sucesora de su análoga Complutense que el cardenal Cisneros mandó imprimir en Madrid a principios del siglo XVI y que se vio por fin terminada en 1522. A pesar del escaso tiempo transcurrido, poco más de 40 años, ya en tiempos de Arias Montano era sumamente difícil encontrar un ejemplar de la Políglota Complutense, por lo que el rey Felipe II decidió realizar una reimpresión revisada de la misma que sería conocida como la Políglota de Amberes en razón de que fue en esta ciudad donde tuvo lugar la edición, bajo la dirección de Arias Montano y entre los años 1568 y 1572, de los ocho volúmenes que constituyen esta importante obra digna sucesora de la anterior
Y si la Políglota le dio fama merecida a nuestro humanista, también le planteó problemas; envidioso al parecer de su prestigio, el catedrático salmantino y hebraísta León de Castro le acusó ante la Inquisición, al igual que lo hiciera con fray Luis de León, por haber dado más relevancia a los textos hebreos que a la Vulgata latina. Defendido por el padre Juan de Mariana y protegido por el propio rey, Arias Montano lograría por fin una sentencia absolutoria del tribunal del Santo Oficio, aunque tuvo que viajar a Roma para conseguir que el propio papa Gregorio XIII concediera dicha absolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario