CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

jueves, 17 de abril de 2014

MÁS SOBRE ESPANTABRUJAS



Encima de cada una de ellas se coloca desde tiempos inmemoriales, una piedra, generalmente en forma de cono, aunque puede tener muy diversas formas, denominada ESPANTABRUJAS. 
Las chimeneas con espantabrujas, son un símbolo del pirineo aragonés.
 Tradicionalmente, se colocaban estas piedras, debido a la creencia popular de que los maleficios entraban en las casas por las chimeneas. La utilidad de los espantabrujas no era otra que evitar, que las brujas que sobrevolaban los hogares con sus escobas, pudieran entrar por el tiro de las chimeneas. Muchas de ellas, son piedras con un orificio, lo cual hacía que el viento silbara al pasar por los tejados.


  Las auténticas espantabrujas, se encuentran en pueblos abandonados, y cuando digo auténticas, me refiero a las que conservan intacto su aspecto original  y no han sido reformadas como es natural, en los pueblos actuales.
  Como refuerzo a las espantabrujas, antiguamente, se colocaban tambíen unas tenazas abiertas en forma de cruz, o se hacía una cruz en las cenizas que quedaban después de apagar el fuego en los hogares antes de ir a la cama.  Estos elementos, mitad arte, mitad supestición, han sido tan importantes a través de lo tiempos que  hoy en día, en el alto Aragón, se siguen construyendo chimeneas en las casas nuevas, con espantabrujas, siguiendo así una tradición y leyenda popular propia de la zona que ha pasado de generación en generación.
  En el patio central de Pirinarium, en Sabiñánigo, existe una réplica de cuatro chimeneas con espantabrujas.
  Como he dicho antes, las piedras podían tener muy diversas formas, aunque las más comunes eran las de forma de cono como las de Hostal de Ipiés, Larrés, Lasieso, Castiello de Jaca....etc.
  Las hay también con forma de figura en Vio, Ipiés, Larrede, o Gésera entre otros lugares. Con forma de cruz, podemos verlas en Hoz de Jaca, Javierre del Ovispo o Nocito. Con forma de cabeza y rostro humano en Lasieso, Ipiés, Sardás, Sabiñánigo, etc. Las hay con la piedra tallada en forma de bola, por ejemplo en Panticosa, o en forma de hoja, en Hoz de Jaca. Las hay de formas curiosas, como una con forma de gato en Fiscal, de pájaro en Ceresola, y de campana en Larrés. Hasta las hay con forma de humano con los brazos en cruz, en Hecho, labradas con piedras porosas denominadas tobas o toscas.
 En otros lugares, podemos ver otros tipos de espantabrujas con una vasija colocada encima de la chimenea, como es el caso de Panticosa, con vasijas boca abajo o del Pueyo de Jaca o Fiscal con la vasija boca arriba. Incluso con la vasija tallada en piedra como en Labuerda.
  Existen espantabrujas muy curiosas como son las de la zona del Serrablo, con piedras que rematan las chimeneas con formas de seres terroríficos. Las podemos observar en Olivan, Latas, Javirere del Ovispo, Yebra etc...
 
 

LAS CUEVAS EMBRUJADAS DE VILANÚA


Las Güixas o «casa de las brujas» es uno de los treinta abrigos o cavidades documentados en el municipio de Villanúa (Huesca), en España. Es la única gruta visitable de la localidad y uno de los paisajes espeleológicos más bellos del Pirineo aragonés.
Si bien el nombre nos parece recordar a las brujas y la tradición oral de la localidad habla de que se celebraban aquelarres en las mismas, otras teorías lo relacionan con la palabra guixa o guija (judía) por dedicarse campos próximos a las grutas al cultivo de esta legumbre.
Una sala especial es "la catedral"

Estas grutas se encuentran dentro del sistema kárstico del Pico Collarada de 2886m. de altura y composición caliza y tienen su origen en el Cuaternario (glaciación de Würm) hace entre 25 y 30.000 años.
El agua proveniente sobre todo del régimen nival del Pico Collarada, hace que tengan una constante acción erosiva, patente en la existencia de un río interno que las inunda en periodos de mucha precipitación.
El recorrido guiado e iluminado es de 800m. y de la visita destacan sobre todo, dos formaciones geológicas, la sala de la Catedral que alcanza los 16m. de altura y la Chimenea o Dolina, donde ha colapsado el techo y que permite la entrada de aire y luz natural.
Por encontrarse Las Güixas junto al Camino de Santiago y antiguo Summo Porto (Somport) romano, éstas han sido siempre conocidas y así lo demuestran las campañas arqueológicas que se están desarrollando en los últimos años.
Sus primeros restos (cerámicas, fragmento de molino de cereal...), indica que ya estaban habitadas en el Eneolítico (3.000ac), lo cual concuerda con los restos megalíticos que se encuentran en los alrededores y que, además, se mantuvieron habitadas como refugio hasta el siglo IV d.c. En la campaña de 2004 se encontró una moneda romana acuñada en dicho siglo, en Milán y en la que aparece el busto de Arcadio en el anverso y el emperador de pie en el reverso, (depositada en el Museo Provincial de Huesca).
Desde el siglo XV al XIX los cuentos y la tradición oral hablan de su uso por las brujas en Aquelarres que se celebrarían en la zona de la Dolina o Chimenea.
Posteriormente se utilizaron como refugio en las Guerras Carlistas y en la Guerra Civil.
Estas cuevas como las otras de la localidad han sido investigadas por numerosos espeleólogos para estudiar sus innumerables galerias y recovecos, con la peculiaridad de que éstas se hallan en parte inundadas, siendo necesarias técnicas de buceo profesional para hacer parte de su recorrido. El peor accidente en las mismas se produjo el 07/04/1972, Jean Pierre Vilmint y Serge Viaud (superviviente) franquean dos sifones de 5 y 75m de longitud, hasta salir a una galería aérea en cuyo extremo hay una cascada por la que llega el río. Al regreso, la cuerda se atasca en una curva bajo un saliente (trampa), con la consiguiente pérdida de tiempo y enturbiamiento que les hace regresar a la galería de la cascada, donde Viaud es reanimado. Su escafandra ha quedado en el sifón. Vilmint decide bucear de nuevo, recuperar la escafandra de su compañero e ir a pedir ayuda al exterior. Fallece en el intento. Viaud permanece con vida, muy debilitado, durante 54 horas, a la espera del socorro exterior. Varios equipos franceses inexpertos localizan el cuerpo de Vilmint y, con grandes dificultades, logran extraerlo del sifón, dando por terminado el salvamento al no haber hallado a otro accidentado. Los catalanes Petit, Figueras y Lacayo, del GET localizan a Viaud, logran reanimarlo y, lo sacan al exterior a través de los sifones.
Las grutas se iluminaron y abrieron al público por primera vez el 16 de septiembre de 1929 gracias al impulso del SIPA (Sociedad de Iniciativas y Progreso Aragonés), que creó un capital social para su puesta en funcionamiento. Ese mismo año el Patronato de Turismo concedió 5000 pesetas para la iluminación interior.
La Guerra Civil supuso su primer cierre, el 21 de julio de 1936 y en septiembre se desmanteló toda la instalación eléctrica para su uso en las trincheras del frente de Biescas. Hasta 1945 se convirtieron en uno de los alojamientos en Villanúa de los denominados "Batallones de Castigo" (compuestos por presos del régimen), que se ocuparon de la construcción de los búnkers, que aún hoy existen en todo el valle, para prevenir una posible invasión del Maquis desde Francia.
En 1945 se reanudan las visitas guiadas sin luz hasta que en 1984 se cierran por segunda vez para evitar posibles accidentes.
1995, supone el inicio de nuevos trabajos de iluminación por parte del Ayuntamiento de Villanúa, que lograrán que en 1996 se puedan reabrir de nuevo para el turismo. En la actualidad más de 20.000 personas visitan las grutas cada año, convirtiéndose en el principal reclamo turístico de Villanúa.
En su interior además existe una colonia de unos 500 murciélagos protegidos y sometidos a estudio y especies vegetales que se han desarrollado gracias a la luz natural de la chimenea.
El 9 de julio de 2009 se abrió un centro de interpretación de las Grutas de Las Güixas, llamado "Subterranea", que facilita a los visitantes un mejor conocimiento de las mismas. En él se sitúa además la oficina de turismo de la localidad.

LA LEYENDA DE SANTA OROSIA

                                Cuerpo de Santa Orosia

                                  Cabeza de Santa Orosia

La leyenda de Santa Orosia

Orosia era, según dicen, una princesa procedente de Aquitania que llegó a aquellas montañas acompañada de un numeroso séquito camino de Toledo, donde estaba destinada a contraer matrimonio con un príncipe godo. Su largo viaje coincidió, sin embargo, con la invasión agarena, de la que ni siquiera tuvieron noticias al emprender su andadura. Así, la comitiva principesca, al pasar por los montes cercanos a la localidad de Yebra, tuvo la desgracia de tropezarse con una numerosa partida de musulmanes que los hizo prisioneros.

El cabecilla de aquella partida, Aben Lupo, se sintió inmediatamente enamorado de la princesa cristiana y la requirió de amores, pero fue rechazado una y otra vez por Orosia, que sentía sobre todo la incompatibilidad de su fe con las creencias de aquel moro que pretendía convertirla al islamismo y casarse con ella según sus creencias religiosas. El enamorado caudilo echó mano de todos los trucos imaginables para convencer a la cristiana y, ante sus firmes negativas, no encontró otra solución que intentar convencerla recurriendo al miedo. Así, en presencia de la virtuosa princesa, hizo degollar a su propio tío y a su hermano, que la acompañaban. Con ello no logró otra cosa que afirmarla en sus convicciones y, finalmente, desesperado por el mismo horror que había despertado en su amada, la hizo también decapitar con todos los demás miembros de su comitiva y arrojó sus cuerpos a una sima cercana.

Pasó el tiempo y la poca gente que tuvo noticias de aquella matanza buscó primero inútilmente sus restos y luego olvidó el suceso. Pero un buen día, mientras conducía su rebaño, un pastorcillo de Yebra distinguió luces que salían de una covacha y, al acercarse, sintió que de ella salía un aroma indefinible. Cuando se asomó encontró los restos de los mártires y, entre ellos, el cuerpo decapitado e incorrupto de la princesa Osoria. La noticia corrió por toda la comarca y, muy pronto, el cabildo de la catedral de Jaca reclamó la reliquia de la princesa, que inmediatamente después de ser encontrada fue proclamada santa y comenzó a hacer prodigiosos milagros. El pueblo de Yebra, en cuyo término había tenido lugar el hallazgo, reclamó por su parte el derecho a conservar a su santa y sólo largas conversaciones con la autoridad religiosa abocaron en una solución: Yebra conservaría la cabeza de la princesa mártir, pero el cuerpo sería trasladado a la catedral jacetana, donde habría de recibir el culto apropiado para que su santidad fuera conocida de mayor número de fieles. Y así se hizo. Y, desde entonces, la reliquia de Santa Osoria siguió repartiendo milagrosos favores desde su capilla del templo catedralicio.

El cuerpo de la princesa aquitana se sigue conservando en la capilla especial que se le construyó junto al claustro de la catedral. Esa capilla tiene una disposición muy significativa, porque fue levantada justo a los pies de la gran nave central, de tal manera que su estructura conformaba como los dientes de una llave cuyo cuerpo lo constituiría la nave misma del tiempo. Este simbolismo de la llave se repite en numerosos templos cristianos, y la disposición del enterramiento sagrado llama la atención por el mensaje que transmite. Todo hace pensar que, tanto aquí como en otros lugares con las mismas características, la capilla debía transmitir la idea simbólica de que aquella llave estaba destinada a guardar y a descubrir un determinado secreto a aquellos que fueran capaces de captar debidamente su significado. El secreto en cuestión, en nuestro caso, sería probablemente la identificación del culto a la princesa mártir con sus cultos ancestrales rendidos a personajes femeninos, como la Perséfone de los misterios eleusinos, a los que se traspasaría el papel sagrado antiguamente destinado a las divinidades femeninas de las antiguas tradiciones precristianas: diosas que participaban de la maternidad telúrica y de la pureza y que, con el tiempo, serían absorbidas por la devoción popular mariana, que vino a asumir una parte fundamental de las creencias propiciadas por el cristianismo a partir del siglo XII.

Hoy, el culto a Santa Orosia ha sufrido un considerable retroceso en su vertiente popular, pero, hasta no hace todavía un siglo, la devoción por su reliquia constituyó una de las celebraciones más singulares de aquellos contornos. Porque la santa adquirió buena parte de su fama por sus especiales poderes para sacar los diablos del cuerpo de los endemoniados. Y, así, en los días de su festividad, acudían a Jaca familias enteras acompañando a los pobres que habían tenido la desgracia de caer poseídos por el diablo, para invocar los favores de la reliquia.

El ritual que se llevaba entonces a cabo, y que era precedido por una procesión durante la cual se conducía a los endemoniados hasta la catedral, consistía en atarles a aquellos desgraciados cintas de colores a los dedos y dejarlos juntos durante toda la noche y en la mas absoluta oscuridad en a capilla de Santa Orosia, entregados a sus terrores y a sus histerias. A la mañana siguiente salían magullados y medio muertos después de aquella experiencia colectiva. Entonces, los familiares procedían a contar las cintas que se les habían desprendido de los dedos. Y cada cinta suelta era, según fama, un diablo que había abandonado su cuerpo.

EL GIGANTE DE SALLENT


Fermín Arrudi Urieta, conocido como el gigante aragonés nació en Sallent de Gállego el 7 de julio de 1870, . Sus padres tenían una estatura normal y él tuvo una talla media durante toda su infancia. Su hermano tenía una estatura normal, como la de cualquier niño de su edad; y su hermana, también muy alta, aunque lejos de la estatura de Fermín, llegó a alcanzar 1,90 m. Fermín empezó a destacar por su altura a los 15 años -cada vez que se ponía enfermo daba un estirón- aunque no fue hasta los 21 cuando cuando alcanzó fama fuera de Sallent por su colosal tamaño.

A partir de entonces Fermín se ganó la vida, y muy bien por cierto, exhibiéndose por ciudades de medio mundo (en París, durante la Exposición Universal de 1.900, en  Nueva York, Buenos Aires, Amsterdam, Argel…). Él solía amenizar estas exhibiciones cantando jotas y tocando instrumentos como la guitarra, el violín, la bandurria o la flauta, que había aprendido a tocar sin profesor alguno. Llegó a hacer una pequeña fortuna con sus exhibiciones (se calcula que ganó unas 100.000 pesetas, lo que le permitió comprarse una casa en Sallent y vivir holgadamente durante toda su vida.
Fermín medía 2,29 m (una cifra que algunos estiran hasta los 2,40 m y que, en cualquier caso, era absolutamente extraordinaria para la época), pesaba 178 kilos y sus pies medían 40 cm, vestía con elegancia, cantaba jotas y tenía una fuerza sobrehumana. El gigante tuvo una vida de novela. Se han escrito libros sobre él: ‘Vida de Fermín Arrudi’ (Rafael Andolz, 1986) y ‘El gigante de Sallent. Fermín Arrudi’, (Ed. Delsan, David Dumall, 2008), además del reciente cuento de Saúl M. Irigaray ‘El Gigante de Sallent’ (Garabato Estudio, 2012).

Durante uno de sus viajes, Fermín conoció a la que se convertiría en su mujer, Louise (aunque él siempre la llamaba Luisa), una parisiense rubia, delicada y menuda, con la que siguió cruzando fronteras para exhibirse. Ella apenas superaba la altura del codo de Fermín. La pareja regresaba a menudo a Sallent, donde a él le gustaba salir a cazar; o a Zaragoza, donde asistían a distintos actos sociales y a las funciones del Teatro Principal. Fermín era un hombre muy generoso: siempre volvía al pueblo cargado de regalos para sus familiares y amigos; y aportaba dinero para cualquier buena causa que requiriese de fondos.
En el pueblo se contaba que Fermín había conseguido vencer a un oso en una pelea cuerpo a cuerpo, que cuando su burro no quería cruzar un río se lo ponía sobre los hombros y pasaba a la otra orilla con el animal encima, y que podía comerse una vaca entera de una sentada, entre otras anécdotas. Muchas de ellas quedarán para siempre en duda pero lo que sí es cierto es que su caso fue estudio de análisis en varias universidades europeas, que usaba un anillo por cuyo interior pasaba una moneda de dos reales y que, cuando murió, su féretro tuvo que ser portado por ocho hombres: medía 2,4 m de largo x 0.93 m de ancho.
El gigante falleció en Sallent cuando estaba a punto de cumplir 43 años. Su salud se había resentido en los meses anteriores y quiso volver a su pueblo. Hoy, 2 de mayo, se cumple un siglo de su muerte. Ysu increíble historia real se ha convertido finalmente en cuento, un cuento con proporciones de gigante para que los niños de hoy conozcan la curiosa historia de Fermín Arrudi, el gigante que nació en Sallent a finales del siglo XIX.

domingo, 13 de abril de 2014

SANTA OROSIA Y EL MONTE OTURIA




El monte Oturia se divisa desde Sabiñánigo. Se distingue con facilidad y en su cima se encuentra la iglesia de Santa Orosia, patrona de Jaca y Yebra de Basa.


Hay ocho ermitas, cuatro de ellas incrustadas literalmente en la roca, que jalonan el camino que asciende desde Yebra de Basa hasta la cima del monte Oturia. Recorre uno de los escenarios donde dicen que estuvo escondido el Santo Grial.
La ruta arranca del camino que surge a mano izquierda, antes de entrar en Yebra de Basa. Está destacado con la señal amarilla y blanca de Pequeño Recorrido (PR). Antes de llegar a los pies del monte Oturia, tres pequeñas y modestas ermitas delatan el carácter sacro que tiene el recorrido. Son las ermitas de L'Angusto, las Escoronillas y As Arrodillas. Este último habitáculo contiene una enorme roca, en la que se aprecian dos huecos y unos largos cortes. Según la tradición, son las marcas de las rodillas de la Santa cuando la decapitaron.
Estos primeros pasos, cerca de media hora, van descubriendo la geología conglomerada del monte Oturia, adelantando la presencia de las cuevas y las cascadas que pronto surgirán en el trayecto, y que fueron el refugio de los numerosos eremitas que aquí vivieron. 
Un gorgoteo comenzará a apoderarse del rotundo silencio que invade el entorno. Cuanto más cerca estén las ermitasde San Cornelio y Las Cuevas mayor será el sonido. Cuando éstas aparezcan en medio del camino, , el murmullo se convertirá en estruendo. Es el salto de agua que resguarda estas ermitas, que aunque están comunicadas por medio de una escalinata, son dos habitáculos distintos y superpuestos.
El recinto inferior es la cueva de San Cornelio (1.270 metros), hermano de Orosia. En la cueva superior (1285 metros) es donde se encontraron los restos de la santa. Ambos habitáculos se han rehabilitado. Siguiendo el sendero, se encuentran las ermitas de San Blas (1.310 metros), eremita que pasó buena parte de su vida en una cueva, y la de Santa Bárbara (1.390), que murió en circunstancias muy parecidas a las de Santa Orosia.
Antes de llegar a la iglesia de Santa Orosia, y ya en el puerto (1.921 metros), queda un punto de encuentro por rebasar: la ermita de O Zoque.

El recorrido se completa en 3 horas, 1,30 horas de subida y otro tanto de bajada. Hay que superar los 500 metros de desnivel que hay entre Yebra de Basa y las ermitas. Es una ruta accesible a toda la familia, aunque se recomienda cierta precaución a las personas que padezcan vértigo en el tramo de las ermitas de Las Cuevas, debido al precipicio y a la inestabilidad de algunas de las deterioradas escalinatas..
Cómo llegar: 
Desde Sabiñánigo, por la N-330, tomando la circunvalación que bordea la ciudad en dirección Huesca, un desvío bien señalizado indica que a mano derecha y a 7 kilómetros se encuentra Yebra de Basa. A la entrada de esta localidad, tras cruzar el puente, arranca el PR.

viernes, 11 de abril de 2014

GALIPOTE


Origen: República Dominicana
La tradición mágica que cuenta del poder de hombres que pueden convertirse en animales, se materializa en  la figura del galipote. No obstante, también se llama galipote a aquel hombre que se convierte en objetos inanimados, como troncos de árboles y piedras, a aquel que transfiere su conciencia a un animal, y al que por poderes mágicos han convertido en un animal para diversos fines. 
Según la creencia los galipotes son crueles y violentos, de una fuerza tremenda y de una inmunidad increíble a las armas. Otras leyendas aseguran que a estas criaturas solo les gusta hacer maldades a la gente, tales como impedir el paso a caminantes nocturnos, extraviarles el camino o espantarlos en las zonas oscuras. No pocos parajes del país son tenidos como lugares de galipotes, y cuando es menester atravesarlos el viajero se vale de conjuros y amuletos para ahuyentar a estos seres. El galipote que se convierte en perro se denomina lugaru. Este vocablo proviene del francés loup-garou, que designa al legendario hombre lobo  de la leyenda licantrópica universal. 
Nuestro lugaru es una herencia de la tradición mágica europea con algunos elementos africanos, y como no hay lobos en el caribe, es el perro el que la encarna. Por otro lado, el galipote que camina dando zancadas de gran altura o vuela convertido en ave nocturna, se denomina zangano o zancu. Se cuenta que este ser succiona la sangre de los niños durante las noches y es vinculado a supuestas actividades sexuales con infantes. Dicen que también puede hacerse invisible. Los conocedores de estos seres, sostienen que solo son inmunes a la rama de un árbol llamado popularmente "palo de cruz", que tiene que ser cortada un Viernes Santo. Otros dicen que es menester utilizar un arma blanca que haya sido bendecida con agua y sal.

jueves, 10 de abril de 2014

CHIMENEAS ESPANTABRUJAS

Las chimeneas espantabrujas se encuentran en el alto Aragón. Lo curioso es que desembocan en un fogón donde era habitual utilizar unas tenazas en forma de cruz. Otra curiosidad era encontrar imitaciones de las chimeneas en los caminos; realmente como artísticos mojones.


Santa Orosia es la patrona de Jaca y su diocésis. Se celebra su festividad el 25 de junio: El cuerpo de la Santa se venera en Jaca, y su cabeza en Yebra de Basa.
La tradición dice que Orosia era una princesa de Bohemia que venía  a Aragón para casarse con un príncipe visigodo. Su comitiva, a pesar de buscar en su viaje refugio en los Pirineos, fue descubierta por tropas islámicas. El jefe de estas tropas propuso matrimonio a la joven princesa que, para no abandonar su fe en Cristo se negó, tras lo cual fue martirizada decapitándola.
Unos 300 años después, en el s.XI, se apareció a un pastor que guardaba su rebaño en las proximidades de Yebra de Basa, para revelarle la historia del martirio y la ubicación de las reliquias y alimentarlo con su leche para defenderse de los moros. 
En la actualidad cada 25 de junio existen dos grandes celebraciones, una en Jaca (día central de sus fiestas patronales) en la que se realiza una gran procesión. Y otra en Yebra de Basa, en donde se asciende en romería con la cabeza de la Santa por una espectacular senda hasta la pradera de Santa Orosia, a los pies del monte Oturia, lugar en el que se halla su santuario (donde recibió martirio) a 1.550 metros de altitud, allí se representa el típico dance amenizado con un ancestral salterio y con una Pastorada recitada en lengua aragonesa. En estas procesiones participaban muchos de los hipotéticos endemoniados.