CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

CARGA DE LA CABALLERÍA PESADA TEMPLARIA

viernes, 29 de abril de 2016

EL ÁRBOL SAGRADO DE LOS TEMPLARIOS

 
El fresno (Fraxinus excelsior, fraxináceas) fue considerado el primer árbol dela humanidad, el origen mitológico de toda la vegetación.
Para los pueblos germánicos el fresno era el eje del mundo, inalterable. Siempre estaba verde. Al mismo tiempo protegía contra los rayos. Lo consideraban como símbolo de la fecundidad y la inmortalidad. La mitología germánica hace frecuentes referencias a dicho árbol al que se refiere con diferentes denominaciones, indicando siempre seguridad y refugio.
En Mesopotamia era considerado como árbol de la sabiduría y como el generador de la vida. Se llegaba a realizar reuniones bajo la sombra del fresno.
Los griegos valoraban la solidez de su madera y la propiedad de ahuyentar a las serpientes venenosas. Incluso lo empleaban como medicina en forma de infusión cuando se producía un envenenamiento. Mezclaban hojas de fresno con vino. En realidad hoy sabemos que tiene numerosos usos medicinales.
En el País Vasco al fresno se le llamaba “lizarra” y se hacían fuegos a su alrededor en la noche de San Juan. Sus ramas protegían los hogares. Por tanto, también adquirió la simbología de San Juan Bautista. Extender sus ramas en las casas labriegas era una clara referencia al santo decapitado.
En definitiva, los templarios lo adoptaron como símbolo de la fecundidad de la tierra y muchas de las Vírgenes Negras están confeccionadas con madera de fresno, especialmente cuando éste había sido chamuscado por alguna causa.
En numerosos enclaves templarios de la Península Ibérica se encuentran fresnos. Citemos algunos ejemplos:
San Miguel de los Fresnos, en el municipio de Frenegal de la Sierra (Badajoz), uno de los baluartes más importantes de la Orden.
Freginals, en la comarca catalana del Montsià (Tarragona), sobre las antiguas vías de comunicación entre Tortosa, Morella, Peñíscola y Sant Mateu.
En Teruel, concretamente en la comarca del Matarraña, se encuentra la población de La Fresneda –tierra de fresnos-, que fue una importante encomienda de templarios.
En Asturias, Fresnedo, 14 kilómetros al sur de Villaviciosa, albergó un convento de templarios con abundantes fresnos.
Fresno de Caracena, en el corazón de las parameras sorianas, es otra de las poblaciones que evocan a este mítico árbol.
Pero el enclave más emblemático de la España mágica que está relacionado con el fresno es, sin duda, la sierra de Aralar, en Navarra, en cuya cima (Artxueta, 1343 m.) se alza la iglesia de San Miguel. En torno a ese templo plantaron un círculo de fresnos, protectores contra los rayos y ahuyentadores de serpientes venenosas. Ese lugar es conocido como el Santuario del Fresno.
El Fresno (Ávila), Fresnedoso de Ibor (Cáceres) y más de un centenar de poblaciones, repartidas por toda la geografía española, tanto peninsular como insular, evocan sus vínculos con el Temple. Buscar fresnos es una forma de localizar antiguas Encomiendas Templarias.
En Chile es un árbol que se encuentra con frecuencia. Adopta el nombre de fresno americano. Puede llegar a tener unos 20 metros de alto y diez de diámetro. Necesita abundante humedad.

Miguel Ángel Pavón Biedma

Caballero Orden Templaria.


BIBLIOGRAFÍA
-Jesús Ávila Granados. La Profecía del Laurel.
-La Botánica en Chile. Árboles autóctonos.
-Encomienda de Barcelona http://templebarcelona.blogspot.com.es/2009/10/el-fresno-el-arbol-sagrado-de-los.html