Para abrir la puerta del "más allá" los discípulos del Espíritu Libre se situaban frente al Jardín de las Delicias, considerándolo como un panel de meditación. Tenían la sensación de algo dinámico. Fraenger no consiguió la clave de estas divagaciones. Parece que el viaje se iniciaba en la fuente de la vida del panel izquierdo en el agujero ocupado por la lechuza. Estas aves son capaces de ver en las tinieblas. Interpretaban que podían atravesar la barrera de la muerte. Esta pintura era como una auténtica llave para abrir la Gloria de Tiziano.
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