Fermín Arrudi Urieta, conocido como el gigante aragonés nació en Sallent de Gállego el 7 de julio de 1870, . Sus padres tenían una estatura normal y él tuvo una talla media durante toda su infancia. Su hermano tenía una estatura normal, como la de cualquier niño de su edad; y su hermana, también muy alta, aunque lejos de la estatura de Fermín, llegó a alcanzar 1,90 m. Fermín empezó a destacar por su altura a los 15 años -cada vez que se ponía enfermo daba un estirón- aunque no fue hasta los 21 cuando cuando alcanzó fama fuera de Sallent por su colosal tamaño.
A partir de entonces Fermín se ganó la vida, y muy bien por cierto, exhibiéndose por ciudades de medio mundo (en París, durante la Exposición Universal de 1.900, en Nueva York, Buenos Aires, Amsterdam, Argel…). Él solía amenizar estas exhibiciones cantando jotas y tocando instrumentos como la guitarra, el violín, la bandurria o la flauta, que había aprendido a tocar sin profesor alguno. Llegó a hacer una pequeña fortuna con sus exhibiciones (se calcula que ganó unas 100.000 pesetas, lo que le permitió comprarse una casa en Sallent y vivir holgadamente durante toda su vida.
Fermín medía 2,29 m (una cifra que algunos estiran hasta los 2,40 m y que, en cualquier caso, era absolutamente extraordinaria para la época), pesaba 178 kilos y sus pies medían 40 cm, vestía con elegancia, cantaba jotas y tenía una fuerza sobrehumana. El gigante tuvo una vida de novela. Se han escrito libros sobre él: ‘Vida de Fermín Arrudi’ (Rafael Andolz, 1986) y ‘El gigante de Sallent. Fermín Arrudi’, (Ed. Delsan, David Dumall, 2008), además del reciente cuento de Saúl M. Irigaray ‘El Gigante de Sallent’ (Garabato Estudio, 2012).
Durante uno de sus viajes, Fermín conoció a la que se convertiría en su mujer, Louise (aunque él siempre la llamaba Luisa), una parisiense rubia, delicada y menuda, con la que siguió cruzando fronteras para exhibirse. Ella apenas superaba la altura del codo de Fermín. La pareja regresaba a menudo a Sallent, donde a él le gustaba salir a cazar; o a Zaragoza, donde asistían a distintos actos sociales y a las funciones del Teatro Principal. Fermín era un hombre muy generoso: siempre volvía al pueblo cargado de regalos para sus familiares y amigos; y aportaba dinero para cualquier buena causa que requiriese de fondos.
En el pueblo se contaba que Fermín había conseguido vencer a un oso en una pelea cuerpo a cuerpo, que cuando su burro no quería cruzar un río se lo ponía sobre los hombros y pasaba a la otra orilla con el animal encima, y que podía comerse una vaca entera de una sentada, entre otras anécdotas. Muchas de ellas quedarán para siempre en duda pero lo que sí es cierto es que su caso fue estudio de análisis en varias universidades europeas, que usaba un anillo por cuyo interior pasaba una moneda de dos reales y que, cuando murió, su féretro tuvo que ser portado por ocho hombres: medía 2,4 m de largo x 0.93 m de ancho.
El gigante falleció en Sallent cuando estaba a punto de cumplir 43 años. Su salud se había resentido en los meses anteriores y quiso volver a su pueblo. Hoy, 2 de mayo, se cumple un siglo de su muerte. Ysu increíble historia real se ha convertido finalmente en cuento, un cuento con proporciones de gigante para que los niños de hoy conozcan la curiosa historia de Fermín Arrudi, el gigante que nació en Sallent a finales del siglo XIX.
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