Los Romanos conocían estas fuerzas y, antes de fundar una población en un lugar, dejaban ganado durante un año, tras ese periodo de tiempo, mataban algunos ejemplares y examinaban sus vísceras, según su estado tomaban entonces la decisión de establecer allí o no su poblado. Igualmente las torres octogonales parece que configuran una disposición especial de ondas. También ocurría así en las pirámides y en las catedrales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario