Tenemos referencias claras de la existencia del Hesicasmo desde Evragio Pórtico (345-399) muy cercanas a los primeros evangelios. Una personalidad de extraordinaria importancia es San Gregorio Palamós, obispo de Tesalónica.
Para el Hesicasmo primitivo existían lo que se llamaba "los ocho vicios malvados":
-Gula-Lujuria
-Avaricia
-Tristeza
-Vanagloria
-Ira
-Orgullo
-Apatía
Podemos imaginar a los monjes templarios llegando a estas comunidades extremadamente pacíficas, pero asediadas desde el propio poder bizantino y desde los invasores árabes. La reacción de un monje-soldado no podía ser otra....
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