
Mientras
tanto una araña tejió una tela cubriendo toda la entrada de la cueva de
modo que, cuando los moros llegaron a la mañana siguiente y la buscaron
en ese lugar, al ver la tela ,pensaron que no podía estar dentro de la
cueva, ya que se hubiera roto y lo notarían. Y abandonaron el lugar y la
búsqueda.
Cuando se despertó Elena y vio
la tela de araña, comprobó lo que había sucedido y le dio gracias a
Dios. Cuenta la leyenda que cuando se puso a caminar sus pies quedaron
grabados en la piedra como si se tratara de barro. En ese lugar se
construyó una ermita, conmemorando este acontecimiento, que lleva el
nombre de Santa Elena.
(la foto se corresponden con la ermita de Sta Elena vista desde la fuente de la silla)
La silla de Santa Elena no se encuentra en la ermita de Santa Elena, sino en el camino hacia ella, en una fuente que es la fuente de Santa Elena. Veamos la forma de llegar:
Ya hemos salido de Biescas y estamos en un sendero PR que nos lleva remontando la margen izquierda del Gállego y que cruza el barranco de Iguarra. Tendremos que estar atentos en un desvío, en el que tomaremos el camino menos evidente aunque bien señalizado con las marcas amarillas y blancas del PR. Por este camino, nos adentramos en un bosque en el que aparecen, de forma generosa, el boj y el acebo. Esta parte discurre paralela a una acequia y pronto llegaremos a la Fuente de la Silla.
Una vez pasada la fuente, cruzaremos unos pequeños puentes para llegar a un claro en el que encontramos el calendario celta y el dolmen prehistórico.
La silla de Santa Elena no se encuentra en la ermita de Santa Elena, sino en el camino hacia ella, en una fuente que es la fuente de Santa Elena. Veamos la forma de llegar:
Ya hemos salido de Biescas y estamos en un sendero PR que nos lleva remontando la margen izquierda del Gállego y que cruza el barranco de Iguarra. Tendremos que estar atentos en un desvío, en el que tomaremos el camino menos evidente aunque bien señalizado con las marcas amarillas y blancas del PR. Por este camino, nos adentramos en un bosque en el que aparecen, de forma generosa, el boj y el acebo. Esta parte discurre paralela a una acequia y pronto llegaremos a la Fuente de la Silla.
Una vez pasada la fuente, cruzaremos unos pequeños puentes para llegar a un claro en el que encontramos el calendario celta y el dolmen prehistórico.
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