KULTRUN
La Mesa de Salomón (rey de Israel, 978-931 a. C.) –este mito conocido también con los nombres de Tabla o Espejo de Salomón–, es el motivo de una leyenda que cuenta que en ella el rey escribió todo el conocimiento del Universo, la fórmula de la creación y el nombre verdadero de Dios: el Shem Shemaforash, que no puede escribirse jamás y sólo debe pronunciarse para provocar el acto de crear. Según la tradición cabalística.
“Salomón lo confía a una forma jeroglífica de alfabeto sagrado que, aunque evita la escritura del Nombre, contiene las pistas necesarias para su deducción. Este jeroglífico tiene como soporte material un objeto: la llamada Mesa de Salomón”.
Eslava Galán, op. cit.
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