San Saturio, fue un
noble visigodo del siglo IV, que repartió todos sus bienes entre los pobres y
se retiró a a una cueva cercana a la ciudad de Soria, junto al Duero, para
meditar y enseñar a quienes a él acudían.
La tradición asegura que
San Saturio nació en el año 493. Según la leyenda era un godo que provenía de
una familia adinerada. A la muerte de sus padres dio todos sus bienes a los
pobres y se retiró a estas cuevas para vivir en oración permanente
con Dios y el Arcángel San Miguel. Cuando llevaba treinta años vio a un joven
intentando cruzar el río. Empezó a darle gritos por lo peligrosa que era tal
aventura. El joven se llamaba Prudencio. Al oír las voces del eremita,
asustado, se tiró al río. Y cuando todo el mundo esperaba que llegase muerto
arrastrado por la corriente, llegó, sin embargo, sano y salvo. Es más: las
aguas ni siquiera le habían mojado. El joven subía hasta aquellos riscos para
pedir su bendición y solicitar vivir a su lado. Tras siete años (curioso numero
mágico) en convivencia mutua. Saturio murió y Prudencio,
después de enterrarle en la cueva se dirigió a Tarazona, donde llegó a ser obispo.
La manera de acceder al majestuoso edificio es
por el interior del conjunto de cuevas situada a sus pies.
Cuando se entra en
dichas cuevas, se observa un amplio altar dedicado a San Miguel Arcángel al que
la devoción por el santo no ha quitado su importancia. Al lado derecho señala
el lugar donde aparecieron las reliquias de San Saturio. Las lapida lo
recuerda. Estas reliquias se veneran ahora en el altar mayor de la ermita en
una arqueta. No así la cabeza del santo que se encuentra en la Concatedral de
San Pedro (una réplica, pues los restos originales desaparecieron), protegida
con una artística funda-relicario de plata. Este recinto estaba totalmente
tapiado y sin embargo los sorianos aprovechaban para meter la cabeza por un
pequeño ventanuco ya que aseguraban que era un excelente remedio para mitigar
los dolores de cabeza.
Llaman la atención varios simbolismo templarios:
-La adoración a San Miguel Arcángel
-Los dos caballeros (San Prudencio y San Saturio)
-La veneración por la cabeza (Baphomet) que llega a curar la cefalea.
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