Las explicaciones que Santa Hildegarda recibió sobre el futuro en sus dos grandes obras describen cuatro etapas sucesivas de la Historia de la Humanidad, en las que se suceden las "Cinco Cruentas edades de los Reinos de este mundo"; el Hijo de la Perdición y su desastrado fin; después un intervalo de duración y características desconocidas entre la muerte del Hijo de la Perdición y el Fin del Mundo; y finalmente la Segunda Venida de Cristo y el Día del Juicio; etapas todas ellas de duración muy distinta:
A) Las que Santa Hildegarda llama "Cinco Cruentas Edades de los Reinos de este mundo" son cinco edades sucesivas, que se solapan en parte, y que abarcan los diez siglos que ya han transcurrido desde la época de Santa Hildegarda (o tal vez antes, quizá hacia el año 1000), más lo que todavía falte hasta que se manifieste el Hijo de la Perdición.
Estas Cinco Cruentas Edades se describen al principio en la undécima visión de la tercera parte del Scivias, simbolizadas cada una por:
-Un Perro de fuego (la época en que vivía la santa);
- el león cobrizo (la época de los hombres beligerantes);
- un Caballo pálido (época de los crápulas, cuando se rompe el corazón de los reinos de Occidente);
-un Cerdo negro (época en que los príncipes arrumban la Ley de Dios por la desmesura de su fornicación);
-y en fin, la edad del Lobo gris, o de los gobernantes voraces que arrebatarán con astucias el poder y la riqueza. Durante esta última etapa se producirá la llegada del Hijo de la Perdición.
El Hijo de la Perdición: un ser humano concebido por una madre perversa y completamente entregado a Satanás, que se proclamará Mesías y se alzará contra Dios y su Iglesia que será terriblemente perseguida. Dos testigos, Elías y Enoc, que Dios había conservado vivos durante siglos para esta misión, bajarán a predicar contra él, por lo que serán crucificados. Dios los resucitará y entonces el Hijo de la Perdición pretenderá ascender al Cielo y será fulminado.
Sigue un intervalo hasta la etapa final.
La etapa final consiste en la venida del Hijo del Hombre, la resurrección de la carne y el Juicio Final. El Último Día, el terror sacudirá la haz de la tierra, las tempestades la agitarán violentamente y las hecatombes borrarán cuanto en ella sea transitorio y mortal; todo lo que sea mortal rendirá la vida. Resucitarán buenos y malos y Jesús volverá en gloria y majestad; malos y buenos quedarán separados. La visión da precisiones sobre el Juicio Final, tras el cual sobrevendrá una gran paz. Los dos últimos capítulos describen el estado final del mundo, cuando los elementos se volverán perfectos, y morirá la noche.
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